lunes, 23 de marzo de 2015

Otra noche más

Aquí estás, otra noche de domingo. Más bien, otra madrugada de lunes. 

Nada diferente a las demás. No dejas de dar vueltas en la cama,
pasan miles de cosas por tu cabeza, millones de preguntas. 

Te levantas de la cama, andas, miras a tu alrededor,
no sabes qué hacer, te vuelves a acostar.

Tienes un examen mañana, en cambio te decides por escribir.
Tienes el estómago revuelto, no has cenado bien, tienes nervios.

Nervios de no saber qué es lo que exactamente te está pasando,
de no saber qué es lo que está cambiando, pero te resulta familiar.

Entonces te das cuenta.

Te das cuenta de que nada es como pensabas, de que no es tu momento, ni tu lugar.
Te das cuenta de que no estás con los tuyos, aunque ya no sepas bien quienes lo siguen siendo. 

Y a pesar de que haces lo posible para que todo cambie, te vienes abajo. Una vez más.
Te resulta demasiado frustrante no obtener nada a cambio después de tanto esfuerzo
Estás cansada de dar sin recibir, de que no se den cuenta de lo que haces. Ni lo aprecien.
Se te pasa por la cabeza abandonar, pero no abandonarte. Empezar de cero.

Sigue dando vueltas por tu cabeza aquella frase que te dijo, "no valoras lo que tienes..."
Pero cuando lo piensas bien, descubres que en verdad, por mucho que te digan, no tienes nada.

Es ahí cuando el nudo de tu estómago no puede más, tú no puedes más, y rompes a llorar.
 Sólo tienes ganas de correr, huir, dejarlo todo tal y como está, y seguir llorando.

En cambio, sabes que por mucho que quieras irte, no puedes, o no debes. O no quieres. 





sábado, 16 de agosto de 2014

Estoy creciendo

Dicen que una de las partes de hacerse mayor es tomar nuestras propias decisiones. Asumir lo que eso conlleva. Pero algunas consecuencias no nos gustan, ni son fáciles, obviamente no todo va a salir a nuestro favor.

A nadie le gusta tener que renunciar a cosas, cosas realmente importantes, imprescindibles... personas imprescindibles. Pero tenemos que hacerlo para poder seguir nuestro camino, alcanzar aquello que queremos, aquello con lo que soñamos. 

Dicen que con el tiempo uno se va acostumbrando a esas ausencias, pero creo que el tiempo ha olvidado pasarse por aquí. 

¿Duele? Mucho.

Y aunque dejamos atrás a esas cosas, a esas personas, seguimos adelante, porque tenemos al lado a otras que hacen que podamos hacerlo. Otras personas que poco a poco intentan llenar ese pequeño vacío que te han dejado las demás. Digo intentar, porque en verdad sabes que nadie puede llenar ese vacío, pero son un gran apoyo para ti. 

¿Y cómo sabemos si hacemos lo correcto? No lo sé, nadie lo sabe. Ahí está lo que nos incita a seguir adelante.



No hay mejor profesor que el error. Y yo estoy creciendo.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Es cosa de dos.

Ven, toma mi mano, vamos a construir un mundo, nuestro mundo, para nosotros y nadie más.
Vamos a hacer que todos sientan celos de nuestro amor, ese tan fuerte, ese que es tan infinito, ese que sólo nosotros tenemos.

Ven, toma mi mano, caminemos juntos, no sé a donde, pero quiero que lo hagamos juntos. 
Vamos a dejar huellas por todo el mundo, con cada paso que demos, pero sólo si es en cemento fresco. 

Ven, toma mi mano, te cedo el derecho de hacer conmigo lo que quieras, cuando quieras.
Vamos a demostrarles que nunca nos vamos a fallar, que no nos vamos a dejar de querer, ni a olvidar. 

Ven, toma mi mano, no tengas miedo, adelante, te prometo un para siempre, 
Vamos a enseñarles que esa palabra si existe, que si hay cosas eternas, y que nosotros lo somos.



viernes, 2 de agosto de 2013

Todos tenemos una familia.

-El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes como pueden serlo todas las familias del mundo.
Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno apende a ir conviviendo.
Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser.
Hay miedos que nos van dejando la conciencia, el miedo a ser culpable de lo que les pasa a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido, como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca.
Y hoy he escuchado a un tal Punset en la tele, un señor encantador que decía que la felicidad es la ausencia del miedo, y entonces me he dado cuenta de que últimamente yo ya no tengo miedo.

''No es malo tener miedo, lo malo es dejar que el miedo domine tu vida, porque entonces no tendrás vida, sólo miedo.''

Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien, a veces cuesta, pero cuando empiezas, lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar.



Y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido, como esa ropa que un día dejas de usar.




lunes, 24 de junio de 2013

Seguimos aquí

'Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta que es ella quien tiene que encontrarnos.
Y eso será donde menos te lo esperas, en el instituto, en el supermercado, en mitad de una huida... y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el principio de otro y lo único importante es la persona que eliges para que camine a tu lado, y esconderse es lo que menos te importa. Lo que te importa es que estas tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida. Y ya solo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir.'



Yo te elegí a ti.


domingo, 23 de junio de 2013

Esto no acaba

Me sigo preguntando qué pasó ese día, esa noche, con esa mirada, en ese segundo en el que nuestros labios rozaron por primera vez, deteniendo el tiempo para llevarnos a otra dimensión, donde todo empezó a tener sentido, donde todo era perfecto, donde sólo estábamos nosotros dos, en medio de la nada, perdiéndonos en nuestros besos, esos que tanto me gustan.





Y es que volvemos a intentar un poco más, mejorando lo que ya había, construyendo un poco más nuestro mundo dando lo mejor de nosotros y esta vez es distinto y... ¿Sabes por qué? Porque no existe nadie más en este mundo.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Esa persona

La que siempre está ahí en tus peores momentos, intentando ayudar siempre en lo que pueda aunque tú nunca le pidas su ayuda. Esa persona que está pendiente de ti a cada segundo y si estás triste, hace cualquier tontería para arreglarlo. Esa persona es la que vale la pena. 
Y a pesar de que hayamos tenido nuestros momentos, no sé qué haría si algún día me faltase. Parece que toda mi felicidad estuviera en sus manos, pero no sólo mi felicidad, sino también mi mundo.